Vivimos en una época de interrupciones constantes. Un estudio reciente demostró que el trabajador moderno consulta su correo electrónico una media de 77 veces al día. Las notificaciones aparecen incesantemente en nuestros dispositivos, cada una exigiendo una fracción de nuestra atención. En un esfuerzo por seguir el ritmo frenético del mundo digital, muchos han adoptado la multitarea como una solución aparentemente eficaz. Sin embargo, este enfoque puede estar costándonos más de lo que creemos.

Históricamente, la capacidad de realizar varias tareas a la vez se consideraba una habilidad valiosa. Sin embargo, en la realidad digital actual, esta práctica se ha convertido menos en eficiencia y más en reactividad constante a una avalancha de estímulos. Al cambiar rápidamente de una tarea a otra, nuestro cerebro paga un «impuesto comercial» cognitivo, que reduce la profundidad de nuestra concentración y hace que el procesamiento de la información sea menos eficaz.

Veamos algunas de las repercusiones de este fenómeno

Eficacia comprometida

Contrariamente a la creencia popular, la multitarea digital suele dar lugar a una reducción de la productividad. Un importante estudio realizado por la Universidad de Stanford en 2009 descubrió que los multitarea crónicos son sorprendentemente malos en la multitarea. Se distraen fácilmente, tienen problemas para recordar información y son lentos para cambiar de una tarea a otra.

Aprendizaje profundo reducido

Cambiar constantemente entre diferentes flujos de información puede impedir el proceso de transferencia de información de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, que es esencial para el aprendizaje profundo.

Aumento del estrés

La necesidad percibida de responder inmediatamente a las interrupciones digitales puede aumentar los niveles de estrés, haciéndonos sentir constantemente bajo presión.

Entonces, ¿cómo podemos combatir la disminución de la capacidad de atención en un mundo digitalmente distraído?

Práctica de monotarea

Dedícate a una sola tarea cada vez. Esto permite una concentración más profunda y un enfoque más ponderado del trabajo.

Desactivar Notificaciones

Reduce las distracciones apagando las notificaciones no esenciales de tus dispositivos.

Establecer calendarios concretos

Dedica bloques de tiempo específicos a revisar los correos electrónicos y las redes sociales, en lugar de responder constantemente a lo largo del día.

Tómate descansos intencionados

Incorporar pausas conscientes a lo largo del día puede ayudarte a restablecer y fortalecer tu mente.

Aunque la tecnología y la multitarea digital prometían aumentar la eficacia, a menudo provocan que nuestra atención se disperse. Si reconocemos la verdadera naturaleza de la multitarea y adoptamos estrategias para proteger nuestra capacidad de atención, podremos trabajar y vivir con más concentración, presencia en lo que hacemos y eficacia.

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